AMÉRICA LATINA DENTRO DEL RADAR RUSO

Actualmente se están gestando una serie de modificaciones en la estructura de poder mundial, donde las grandes y medianas potencias están jugando sus mejores cartas a fin de posicionarse lo mejor posible. En ese sentido Rusia no ha sido ajeno a este proceso y ya ha desplegado una serie de estrategias en varios ámbitos y en zonas de especial importancia.

Respecto a la política de Rusia, el político Henry Kissinger comenta lo siguiente:

“Su política ha seguido su propio y especial ritmo en el transcurso de los siglos, manteniéndose constante desde Pedro el Grande a Vladimir Putin”.

Para muestra de la importancia de Rusia en el escenario internacional basta citar algunos hechos y menciones que le valieron para ganar paulatinamente el poder que ostenta en muchos aspectos hasta el día de hoy, por ejemplo, la ocupación de París por parte de las tropas rusas tras la derrota definitiva de Napoleón en 1814. En otro momento previo a la finalización de la Gran Guerra, F. Furet en 1917 dijo “Rusia ocupó el lugar de Francia como la nación en la vanguardia de la historia y se convirtió, aunque por breve tiempo, en el estandarte y la avanzada de la revolución”.

Tras la Segunda Guerra Mundial y siendo parte de los vencedores se inicia la Guerra Fría, donde lo que era conocido como URSS terminaría disolviéndose, permitiendo que se instaure un orden mundial unipolar con Estados Unidos como potencia hegemónica. No es hasta la anexión de Crimea por parte de Rusia en el año 2014, que varios especialistas de Relaciones Internacionales señalan como el inicio de un orden mundial multipolar, y que tiene como uno de sus protagonistas a Rusia.

Lo sucedido en Crimea es el primer paso de Rusia para recuperar su posición como Actor Estelar en la escena mundial, pero no es el único lugar en la mira rusa. América Latina entra otra vez en la lista de lugares estratégicos para Rusia, sin embargo, no es el primer contacto entre ambos; ya que desde mediados del siglo XX ambos han tenido acercamientos en diferentes momentos y niveles, en especial con países como Cuba, Venezuela e incluso Perú.

Las Relaciones de Rusia con Cuba

Con el paso de los tiempos, la relación entre Cuba y Rusia fue perdiendo cierta conexión física y pasó a ser más simbólica por lo que cada país significó para el otro durante la Guerra Fría. Luego de la movida clave en Crimea por parte del Kremlin, se comenzó a notar un interés inusual en la región y principalmente en Cuba; ya que tal como comenta el internacionalista peruano, Miguel Ángel Rodríguez Mackay:

“Busca ganarse adeptos dado el desprestigio que le ha sobrevenido su conducta en el caso de Ucrania, alterando todo su modus vivendi con la anexión de Crimea que hizo en un santiamén, burlando a la comunidad internacional, que nunca la ha reconocido”.

De acuerdo con el representante comercial de Moscú en Cuba, Alexandr Bogatyr, Cuba significa un mercado relevante y sin duda un puente a América Latina para sus productos. Por esta razón, posteriormente a la gira de Vladimir Putin por América Latina en el 2014, se inició una serie de iniciativas cooperativas entre la isla caribeña y el Kremlin, las cuales están orientadas a industrias médico - farmacéuticas; ciencia, tecnología y medio ambiente (a través de la estación cubano-rusa); centrales térmicas para la unión eléctrica. Asimismo, con la crisis reciente en Venezuela y la imposibilidad de éste de satisfacer la demanda interna cubana, el Kremlin ha iniciado el envío de tanques petroleros a la isla. Suceso que recuerda épocas pasadas cuando Rusia era quien cubría las necesidades básicas de Cuba.

Las Relaciones de Rusia con Venezuela

Desde el inicio del gobierno chavista, Rusia se ha mostrado ante Venezuela y ante la comunidad internacional como un fiel aliado y socio estratégico para la venta de armamento, el cual ha ganado mayor relevancia en la política exterior de Vladimir Putin y su intento de devolverle la gloria al Kremlin.

La ayuda bilateral en los recientes años se ha centrado, mayormente, en la venta de armamento, seguridad cibernética, asesoría y administración de la industria petrolera venezolana. Teniendo como resultado, una deuda externa que asciende a 150. 000 millones de dólares, de los cuales Rusia y otra potencia son los principales acreedores.

Debido a la falta de fondos para cubrir sus deudas, Venezuela no ha encontrado otra mejor solución que dar su petróleo a cambio de seguir contando con el apoyo de Rusia.

Cabe mencionar que, en el presente año la tensión en la zona ha llevado a que se divida incluso la presidencia venezolana a nivel internacional e incluso se plantee una posible intervención militar para culminar con la crisis; sin embargo, Rusia siempre se ha manifestado en desacuerdo con acciones que atenten el statu quo actual. Asimismo, ha seguido con su agenda de colaboración y hace unos meses autorizó la exploración de yacimientos de gas en el territorio venezolano a través del consorcio estatal, Rosneft.

Las Relaciones de Rusia con Perú

Este año se han conmemorado cincuenta años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Federación de Rusia y el Perú a nivel de embajadas, las cuales se establecieron en 1969. Sin embargo, los contactos entre ambos países vienen de mucho tiempo atrás. Es importante recordar que es durante los fines de los sesenta y la década de los setenta que las relaciones ruso-peruanas llegaron a su máximo nivel. En el ámbito diplomático Perú nombre a Javier Pérez de Cuéllar como el primer Embajador peruano ante la Unión Soviética, cargo que desempeñó entre los años 1969 a 1971. Mientras que en el ámbito militar en la década de los setenta el gobierno del Perú adquiere una serie de material bélico de origen soviético, entre los que tenemos tanques T-55, aviones cazabombarderos SU-22, artillería antiaérea S-125 Pechora, sistema de lanzamiento múltiple BM-21 Grad, entre otros. Esto constituye evidencia del grado al cual llegaron las relaciones entre ambos gobiernos en aquel tiempo. En años más recientes, específicamente, desde el 2008 se volvieron a impulsar las relaciones haciendo énfasis en la cooperación técnica-militar, lográndose convenios para que oficiales peruanos asistan a las escuelas de guerra de la Federación rusa a fin de instruirse, así mismo en 2013 se firmó un nuevo contrato para la adquisición de un lote de 24 helicópteros Mi-171Sh, como beneficio adicional Rusia ofreció beneficios offset (transferencia tecnológica) que incluyen el Centro Regional de Mantenimiento y Reparación de Helicópteros (Cermae) ubicado en La Joya-Arequipa, el cual fue entregado por los rusos este año y ya se encuentra en operación. Esto tiene sentido con lo dicho por el Embajador ruso en Perú Andrei Guskov en 2018.

“Con el Perú hemos adquirido una relación de Asociación Estratégica”.

Esto claramente nos muestra que las relaciones ruso-peruanas han sido en gran mayoría enfocadas al ámbito técnico-militar y que la tendencia es que esta siga siendo la materia que más relacione a ambos gobiernos.

Una Visión con Lupa

El posicionamiento del que está gozando Rusia actualmente se logró mediante préstamos a países latinoamericanos que atravesaban crisis y que no tenían problemas en adquirir deudas con el Kremlin, otro medio de penetración en Latinoamérica es la venta de material bélico; es importante señalar que existe una amplia tradición de venta de material de guerra a países de América Latina desde tiempos de la URSS. En ese sentido al haberse cumplido la vida útil, dicho material necesitaba ser renovado, esto fue aprovechado por Rusia, el cual ofreció todo tipo de equipamientos a los gobiernos latinoamericanos, logrando la firma de varios contratos en la región. Sin embargo, si pensáramos que el interés de Rusia pasa solo por el lado económico y la venta de material bélico, nuestro análisis sería limitado, ya que la meta principal de Rusia en América Latina es prevalecer como un poder competidor de Estados Unidos, teniendo una presencia estratégica en territorios próximos al estadounidense.